Alvarado-García, Sharon Denise ? , Villatoro-Chacón, Daniela Mariel ? & Arizandieta-Altán, Carmen Grizelda ?
Resumen-El presente estudio tiene como finalidad determinar la casuística de enfermedades que afectan el sistema urinario en perros y gatos. Se realizó un estudio retrospectivo en el Hospital Veterinario de la Universidad de San Carlos de Guatemala caracterizando a los pacientes con enfermedades del sistema urinario. Se evaluaron 1,205 registros médicos de caninos y felinos en el año 2019. Se consideraron las variables raza, sexo, edad, patología y zona geográfica. La prevalencia de enfermedades del sistema urinario en perros y gatos en el año 2019 fue de 10.45%, correspondiendo el 9.21% a perros y 1.24% a gatos. En ambas especies los machos presentaron mayor frecuencia de enfermedad del sistema urinario, respecto a las hembras (perro=58.56% y gato=66.67%). Las etiologías más comunes en perros fueron las infecciones del tracto urinario bajo (24.65%), urolitiasis vesical (16.90%) y enfermedad renal aguda y crónica (28.16%); mientras que en los gatos la enfermedad del tracto urinario inferior (100%) y la enfermedad renal (5.26%) fueron las principales patologías observadas. En los perros el rango etario más afectado fue en pacientes mayores de 8 años (52.25%) mientras que en los gatos oscila entre 3 a 8 años (73.34%). Las razas con mayor frecuencia fueron el French poodle (19.82%), pacientes sin raza definida (18.92%) y Golden Retriver (11.7%); mientras que en los gatos en su totalidad fueron sin raza definida. Con el presente estudio se pueden observar las principales diferencias en cuanto a las etiologías que afectan a cada especie, sexo, edad y raza. Esta información permite al médico veterinario tener un panorama general del estado de salud de los pacientes, así como una línea de investigación para estudios del comportamiento epidemiológico de las patologías observadas a largo plazo y la capacitación de médicos veterinarios que aborden adecuadamente las patologías observadas.
Abstract-If determined the casuistry of diseases that affect the urinary system in dogs and cats. A retrospective study was carried out at the Veterinary Hospital of the University of San Carlos de Guatemala. It was characterizing patients with diseases of the urinary system. 1,205 canine and feline medical records were evaluated in 2019. The variables breed, sex, age, pathology and geographic area were considered. The prevalence of urinary system diseases in dogs and cats in 2019 was 10.45%, 9.21% corresponding to dogs and 1.24% to cats. In both species, males had a higher frequency of urinary system disease, compared to females (dog = 58.56% and cat = 66.67%). The most common etiologies in dogs were lower urinary tract infections (24.65%), bladder urolithiasis (16.90%), and acute and chronic kidney disease (28.16%); while in cats lower urinary tract disease (100%) and kidney disease (5.26%) were the main pathologies observed. In dogs, the most affected age range was in patients older than 8 years (52.25%), while in cats it ranged from 3 to 8 years (73.34%).
The breeds with the highest frequency were the French poodle (19.82%), patients without a defined breed (18.92%) and Golden Retriver (11.7%); while in cats as a whole they were without a defined breed. With the present study, the main differences can be observed in terms of the etiologies that affect each species, sex, age and breed. This information allows the veterinarian to have a general overview of the health status of the patients, as well as a line of research for studies of the epidemiological behavior of the long-term pathologies observed and the training of veterinarians who adequately address the observed pathologies.
Keywords: urinary system, canine, feline, prevalence.
I.
a tenencia de perros y gatos como animales de compañía ha incrementado en los últimos años. Esto debido a que son usados para llenar espacios afectivos hombre-mascota en el entorno L En cuanto a la raza, el French Poodle (19.82%), pacientes sin raza definida (18.92%) y Golden Retriver (11.71%) fueron las más frecuentes en presentar enfermedad del tracto urinario. En otras razas se incluyen: Beagle, Bulldog inglés, Chow chow, Collie, familiar, guardianía, aumento de la capacidad económica de las clases sociales y el desplazamiento de familias del área rural al área metropolitana. La suma de estos factores ha influenciado a que exista un aumento en las consultas de los propietarios a los hospitales o clínicas veterinarias, para detectar anomalías en las mascotas y recibir un tratamiento adecuado (Flores, 2002). Esto a generado que las bases de datos con las que cuentan los hospitales y clínicas veterinarias sean una fuente valiosa para determinar la prevalencia de diferentes enfermedades y así predecir el comportamiento de las mismas. El realizar investigaciones de algunas enfermedades por sistemas, permite la planificación, organización e implementación de programas preventivos que son importantes para la supervivencia de los pacientes (Gonzales, 2018).
Tanto en caninos como en felinos, las enfermedades del sistema urinario, pueden aparecer en cualquier momento de vida del paciente. Es común que los propietarios de la ciudad tengan animales en espacios inadecuados para su tamaño y una alta cantidad de ellos. Esto puede ser a su vez la causa del incremento en la presentación de patologías de tipo urinario, debido a que las deposiciones diarias son controladas por los dueños, además de horarios restringidos y limitado acceso al agua, lo que se traduce en un deterioro progresivo de las funciones renales (Urbina y Campos, 2009).
Estas enfermedades son comunes, sin embargo, se encuentra escasa y anecdótica información sobre las mismas. Por lo cual se hace necesario el realizar un estudio epidemiológico que evidencie las características de la población afectada para determinar los factores de riesgo en la población estudiada. De esta manera, el médico veterinario tendrá información que facilitan su práctica clínica y brindan una mejor comprensión la presentación, fisiopatología y manejo de las enfermedades.
El estudio se realizó en el Hospital Veterinario de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Se realizó un estudio retrospectivo evaluando 1,205 registros médicos de los cuales 1,101 registros corresponden a perros y 104 a gatos que asistieron a consulta médica en el año 2019.
Los datos fueron clasificados según el diagnóstico clínico del médico tratante, utilizando hojas de registro. Se consideraron las variables raza, sexo, edad, patología y zona geográfica.
Para el análisis de datos se utilizó estadística descriptiva utilizando distribuciones de frecuencias para las variables. Además, se determinó la prevalencia de los pacientes con enfermedad del tracto urinario (Blair y Taylor, 2008). El software estadístico utilizado fue SPSS Statistics.
De los 1,205 registros evaluados, la prevalencia total de enfermedades del sistema urinario en perros y gatos para el año 2019 fue de 10.45%; correspondiendo el 9.21% (n=111) a perros y 1.24%(n=15) a gatos.
En cuanto a la procedencia de los caninos y felinos, la zona geográfica más frecuente fue de la ciudad capital 54.95% (n=61) y 60% (n=9) respectivamente. En el caso de caninos el municipio de Mixco 20.72% (n=23) y Villa Nueva 13.51% (n=15) fueron otras áreas frecuentes (tabla 1).
Dashound, Lhasa apso, Maltes, Pastor alemán, Pastor belga, Pug, Sharpei, Yorshire terrier con 10.81% (tabla 2). El rango etario con mayor frecuencia de presentar enfermedad del tracto urinario fueron los pacientes mayores de 8 años (tabla 3), correspondiendo a un total del 52.25% (n=58). Respecto al diagnóstico etiológico se clasificaron las enfermedades según el rango etario, siendo los pacientes mayores de 8 años (52.25%), los que presentaron mayores frecuencias como infecciones del tracto urinario bajo (11.27%), urolitiasis (7.75%) y enfermedad renal (7.04%).En pacientes de 6 a 8 años la frecuencia de enfermedades fue de 20.42%, siendo la infección del tracto urinario (4.93%), la enfermedad renal (4.23%) y la urolitiasis (3.52%) las causas más frecuentes. Sin embargo, en los pacientes de 3 a 5 años la frecuencia de enfermedades del tracto urinario fue de 17.61%, presentándose la infección del tracto urinario (5.63%) y urolitiasis (4.23%) las más frecuentes (tabla 4).
La prevalencia en gatos con enfermedad del sistema urinario fue de 14.42% (n=15). Respecto al sexo, el 33.33% (n=5) fueron hembras, mientras que el 66.67% (n=10) corresponde a los machos.
Respecto a la raza en la especie felina, el 100%(n=15) de los pacientes fueron clasificados sin raza definida.
En los felinos, tanto los machos entre 1-2 años y 3-5 obtuvieran similares frecuencias (26.67%, n=4). Por su parte, las hembras entre 6-8 años presentaron mayor frecuencia de enfermedad sistema urinario (26.67 %, n=4). En la tabla 5 se describen los rangos etarios por sexo y sus frecuencias.
Tabla 5: Frecuencia de enfermedad del sistema urinario en gatos por rango etario y sexo.
Macho
Las enfermedades del tracto urinario son un conjunto de enfermedades que afectan tanto a caninos como felinos en sus diferentes estructuras: riñones, uréteres, vejiga, uretra y próstata. En este estudio, los diagnósticos presentados con mayor frecuencia en caninos son: la infección del tracto urinario, urolitiasis vesical, enfermedad renal crónica y lesión renal aguda. Según el estudio de Mendoza (2015) las principales patologías son urolitiasis, infección del tracto urinario, alteraciones de la micción, mientras que el estudio de Urbina y Campos (2009) señala que las principales son: infecciones del tracto urinario, insuficiencia renal aguda y cistitis. Estas variaciones pueden deberse a la cantidad de años estudiados, sin embargo, las infecciones del tracto urinario prevalecen como punto en común entre la presente investigación y los estudios citados.
Con base a la edad, se encontró que afecta principalmente a los caninos mayores a 8 años. Urbina y Campos (2009) encontraron frecuencias similares en este rango etario. Esto se debe a un aumento en la susceptibilidad a este tipo de patologías debido a que existen diferentes factores subyacentes que alteran los mecanismos de defensa del tracto urinario o bien por un diagnóstico no temprano que desencadena problemas crónicos (Mendoza, 2015).
Respecto a la raza, se evidencio principalmente poodle, mestizos (razas no definidas), golden retriever, schnauzer, cocker spaniel como los más afectados. Datos similares se encontraron en el estudio de Mendoza (2015) que señala a las más afectadas poodle, labrador, pastor alemán, Schnauzer, cocker spaniel y chihuahua. Urbina y Campos (2009), señalan que las enfermedades del tracto urinario afectan principalmente a las razas pequeñas (<10 kg, 34%) lo cual se debe principalmente al menor volumen de orina producido, menor número de micciones y por consiguiente mayor concentración de minerales, bacterias, toxinas nefrotóxicas entre otros. Además, la rutina y comportamiento de los dueños al tener a las mascotas en espacios inadecuados para su tamaño, en las deposiciones controladas por los dueños y la restricción del consumo de agua, provoca el deterioro progresivo de las funciones renales (Urbina y Campos, 2009). A su vez, Dibartola (2004), señala que las razas con predisposición a presentar enfermedades del sistema renal son las pequeñas y medianas como el Schnauzer miniatura, Bichón Frise, Lasha Apso, Shi tzu, York Shire Terrier y Caniche Toy.
Respecto a la procedencia de los pacientes, la ciudad capital fue la más frecuente, seguido de diferentes municipios cercanos a la ubicación del Hospital Veterinario. Estos resultados pudieron darse, debido al bajo costo que se maneja en la institución, la diversidad de servicios y por la cercanía de los diferentes usuarios al Hospital Veterinario.
En cuanto a las etiologías encontradas, las infecciones del aparato urogenital se encuentran con mayor frecuencia en la práctica clínica de los pequeños animales. Esta puede afectar más de un órgano, localizándose en el tracto superior o en el tracto inferior. La infección de una parte del tracto urinario aumenta la posibilidad de que el resto se infecte posteriormente (Greene, 2008). Las infecciones del tracto urinario (ITU) representaron el 3.18%, del total de pacientes caninos atendidos durante el periodo descrito. Se estima que aproximadamente un 10 a 14% de los caninos llevados al veterinario presentan ITU en algún momento de su vida (Senior, 2007;Westropp, 2009;Windahl, 2015).
Con respecto al sexo, se encontró que las hembras presentan con mayor frecuencia infecciones del tracto urinario con respecto a los machos. Estos datos son similares al estudio realizado por Wong et al (2015) y García et al (2019). Para esta enfermedad se reconoce al sexo como un factor predisponente, determinando que las hembras tienen un riesgo más alto a desarrollar esta enfermedad (Greene, 2008;Gaymer, 2014;Petreigne, 2017;García, 2018). La uretra de las hembras es más gruesa y corta que la uretra de los machos, lo que posiblemente hace más fácil que las bacterias asciendan hasta la vejiga, debido a que el ano de las hembras está más cerca del orificio uretral, existiendo una mayor probabilidad de contaminación fecal e inoculación de microrganismos; en ese sentido, los machos pueden tener un mecanismo protector adicional debido a las secreciones prostáticas con propiedades antimicrobianas (Elliott & Grauer, 2007).Algunos animales pueden tener infección, tanto de la parte superior e inferior del tracto urinario, especialmente si existe insuficiencia renal (Bartges, 2004). Del mismo modo, los pacientes con insuficiencia renal crónica poseen una incidencia de un 20% en infecciones bacterianas del tracto urinario (Bartges, 2007). Esto explicaría por qué el 8.57% de los pacientes con ITU, también fueron diagnosticados con una enfermedad renal (aguda y/o crónica).
En relación con la edad, se encontró que afecta más a aquellos caninos mayores a 8 años, teniendo En relación con el sexo de los caninos, se encontró que los machos presentan más patologías del tracto urinario respecto a las hembras. Estos datos son similares a los obtenidos en otros estudios como Mendoza (2015); López-Villa, et al. (2014) y Urbina y Campos (2009) en donde los más afectados fueron los machos que obtuvieron frecuencias de 74.22%, 71.96% y 57.51% respectivamente. Esto se debe a una asociación estadísticamente significativa de los machos a una mayor predisposición de una enfermedad del tracto urinario, por la conformación anatómica de estos, al presentar una uretra más estrecha y larga y la presencia de la próstata a diferencia de las hembras (Mendoza, 2015;Chew, 2003). como promedio la edad de 8 años. La edad de presentación de las infecciones urinarias en perros varía desde 0,3 hasta 16 años, con una mediana de 7 años (Chew et al., 2011). Esto está asociado a que los animales de 8 años en adelante, por lo general presentan otras enfermedades concurrentes que alteran alguno de los mecanismos de defensa del tracto urinario (Mendoza, 2015;Elliot y Grauer, 2007). En base a la raza, se han establecido algunas razas predisponentes a esta patología, encontrándose al pastor alemán, caniche miniatura y toy, labrador Retriever, Dachshund, doberman, pinsher y schnauzer miniatura con una mayor incidencia de ITU (Chew et al 2011;Petreigne 2017;Gaymer, 2014). En este caso, encontramos con mayor presentación a los caninos sin raza definida, seguido de poodle y Schnauzer. Estos datos son similares a los obtenidos por García et al (2019), en donde se presentó con mayor frecuencia en caninos mestizos, seguido de Schnauzer y cocker spaniel. Con respecto a los perros mestizos, no existen datos comparativos debido a que la mayoría incluye animales de raza (García et al, 2019).
La segunda patología con mayor frecuencia presentada fue la urolitiasis. Esta constituye la causa de aproximadamente el 18% de las consultas en las veterinarias, de caninos con afección del tracto urinario inferior (Rosas, 2021). En este caso, la incidencia de presentación de la enfermedad fue del 16.90% de los pacientes caninos que acudieron a consulta con sintomatología de estranguria, hematuria; siendo similares los resultados obtenidos por López-Villa et al (2014) de un 17.75%.
La orina canina es una solución compleja en la que las sales pueden permanecer en solución en condiciones de sobresaturación; sin embargo, esta puede precipitarlas o formar sólidos, dando como resultado cristales, los cuales si no son expulsados se pueden unir y formar urolitos. Estos dañan el uroepitelio y provocan la inflamación del aparato urinario, predisponiendo al animal a una infección del aparato urinario (Nelson & Couto, 2010; Mendoza, 2015).Los urolitos pueden formarse en cualquier lugar de las vías urinarias, aunque, en los perros, la gran mayoría aparece en la vejiga y pueden moverse a uretra (Baciero, 2013); solo un 5% se localiza en riñones o en los uréteres.
Con respecto al sexo, la urolitiasis vesical, se presentó con mayor frecuencia en machos respecto a las hembras, siendo los resultados del presente estudio, similares a los obtenidos por Muralles (2021) y Del Ángel Caraza (2009). Esto se debe principalmente, a que los machos poseen una uretra más larga, estrecha y con un hueso en el pene, lo que puede impedir la salida de la orina y la precipitación de sólidos. Por lo contrario, las hembras tienen una uretra corta y amplia, lo que permite la salida de sedimento evitando la formación de urolitos o en su defecto, En cuanto a la edad, se observó que afecta principalmente a los caninos mayores a 8 años. En el estudio realizado por Muralles (2021), hace referencia que el rango de edad para esta afección se encuentra entre los 5 a 12 años principalmente. Esto puede deberse a los cambios morfológicos y funcionales que ocurren en los animales con el paso del tiempo, o bien por diferentes medicamentos que predisponen a esta patología (Lekcharoensuk et Con relación a la raza, se encontró que los caninos de raza pequeña (62.5%, schnauzer, chihuahua, maltes, yorshire, pomerania, poodle, entre otros) son más susceptibles en comparación a las razas de talla grande (37.5%, golden retriever, viejo pastor inglés, husky, otros). Esto se debe principalmente, a la proporción en el consumo de agua, menor volumen de orina, menor número de micciones y, por tanto, mayor concentración de minerales. (Stevenson, 2002;Rosas, 2021).
La enfermedad renal fue la tercera causa más frecuente de enfermedad del tracto urinario. Esta se clasificó en lesión renal aguda (9.15%), enfermedad renal crónica estadio I (0.70%), enfermedad renal crónica estadio II (2.82%), enfermedad renal crónica estadio III (0.70%) y enfermedad renal crónica sin estadificar (14.79%). En clínica de pequeños animales, la casuística ante pacientes renales señala que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la patología renal más frecuente; ocurre cuando los mecanismos de compensación renal no son capaces de mantener las funciones propias del riñón: regulación de electrolitos, del equilibrio hídrico y ácido base y síntesis de hormonas (Chew, 2011); con prevalencias mundiales entre el 0.5 % -1.5 % en caninos (Brown, 2007; González, 2018 y Miguel, Gimenez, Meder, 2021). Del total de caninos diagnosticados con enfermedad renal crónica, solo el 22.22% fue clasificada en los diferentes estadíos: el grado I fue diagnosticado 0.7% en caninos de 3-5 años; grado II, en 4 caninos mayores a 8 años (2.82%) y en grado III, 0.7% en mayores de 8 años. Los pacientes que no fue posible estadificar por falta de pruebas de laboratorio y seguimiento se presentaron en el rango etario a partir de los 6 años en adelante (14.79%). La International Renal Interest Society, IRIS, sugiere la clasificaciónde los enfermos renales crónicos en base a sus niveles de creatinina plasmática en cuatro niveles, que a su vez se pueden sub clasificar en función de la proteinuria y de la presión arterial. Este tipo de clasificación permite unificar criterios para el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de estos pacientes.
Con respecto al sexo, no se encontró ninguna diferencia entre hembras y machos respecto a la enfermedad renal. Según Adams (2004), no existe una predilección sexual en la presentación de IRC en perros ni gatos. Estos resultados son similares al estudio de Häfelin, (2008), Chandler, (2007), en todos estos estudios la proporción de machos y de hembras era muy cercana a 1:1.
En base a la edad, se observó con mayor frecuencia en pacientes mayores de 8 años. En el estudio realizado por González (2018), reporta que se observa principalmente en caninos mayores a 10 años (45%). Esto se debe principalmente por la persistencia de alguna enfermedad renal que no fue diagnosticada a temprana edad y que, con el paso del tiempo, se presentan las alteraciones en las nefronas del canino. En un adulto o geriátrico, existe una limitante ante la capacidad del organismo de producir nefronas y compensar las dañadas, lo que hace que el problema sea persistente en el tiempo y de curso progresivo (Valdés, 2002;González, 2018). Por lo general, las edades avanzadas son las más afectadas, se presentan en un 10% en pacientes geriátricos; sin embargo, esta patología se puede presentar en animales de cualquier edad (Brown, 2007;González, 2018;Cortadellas, 2010). En el caso de los caninos que presentaron la enfermedad a una edad temprana, se debe al diagnóstico temprano y a la metodología utilizada (Watson et al., 2003). Se encontró que el 0.70% de los caninos menores a un año, diagnosticados con enfermedad crónica. Se ha reportado que en animales jóvenes está relacionado con problemas congénitos y/o familiares debido a la presencia y persistencia de glomérulos fetales o inmaduros, engrosamiento de la membrana basal glomerular o un rasgo presente en un grupo de perros emparentados; mientras que la adquirida, ocurre en mayor frecuencia en animales seniles (Cavalera, et al, 2021;Polzin, 2011;Chandler et al., 2007;Gough & Thomas, 2004;Birchard & Sherding, 1996).
Con relación a la raza, se encontró que afectó principalmente a caninos de raza definida (80%), los cuales incluye al Poodle, Golden Retriever, Cocker Spaniel, Schnauzer. La ERC está descritaen muchas razas caninas y puede ocurrir en algunos mestizos, cursando a edad temprana (menor a 5 años), y en razas como Alaskan Malamute, Beagle, Boxer, Montañés de Berna, Bull Terrier, Chow Chow, Cocker spaniel, Golden Retriever, Lhasa Apso, Poodle estándar, Shih tzu, Schnauzer miniatura, Rottweiler, Samoyedo y Shar pei. (DiBartola, 2002;Chandler et al., 2007;González, 2015;Häfelin, 2008).
La lesión renal aguda es un síndrome potencialmente reversible que se produce como consecuencia de una rápida alteración de la función renal por una enfermedad que cursa en horas a días. (Nelson & Couto, 2010). Dicha alteración da lugar a un aumento rápido y progresivo de los metabolitos tóxicos en sangre (azotemia) junto con desbalances hidroelectrolíticos y acido-base, que se reflejan en una falla para concentrar la orina y oliguria en la mayoría de los casos (Daza et al., 2008) En relación con la edad, se presentó principalmente en animales mayores de 8 años, datos parecidos al estudio de Häfelin (2008); Behrend (1996). Según Cowgill (2004), esta enfermedad puede ocurrir a cualquier edad, sin embargo, existe mayor predisposición en animales seniles debido a procesos morfológicos y funcionales.
Con respecto a felinos, las patologías urinarias diagnosticadas fueron: Enfermedad del tracto urinario inferior (FLUTD por sus siglas en inglés) y enfermedad renal. El FLUTD incluye las siguientes etiologías: cistitis idiopática, infección urinaria, neoplasia vesical, obstrucción uretral y urolitiasis. Estos hallazgos son similares a los reportados por otros autores como Forrester y Roudebush (2007), Suárez, Bertolani, Avellaneda y Tabar (2013), Osborne et al (1996), con la diferencia que reportan urolitiasis y tapones uretrales como la segunda causa de FLUTD, en un rango de 10 a 21% de presentación.
La enfermedad del tracto urinario inferior (FLUTD), es una alteración de la vejiga urinaria y/o uretra de los gatos, afectando a todas las edades, siendo cada vez más visible en felinos que viven en interiores (Hostutler et al., 2005). Del total de pacientes felinos atendidos en el Hospital Veterinario (104), el 14.42% fue diagnosticado con FLUTD. Sin embargo, se reporta que la incidencia anual correspondiente a esta patología es de un 1% (Suárez, et al 2013;Cely, 2016). Este aumento, puede deberse a diferentes factores Con respecto al sexo, el 69.23% de los caninos fue diagnosticado con lesión renal aguda, fueron machos. Similares datos, se obtuvieron en los estudios realizados por Häfelin (2008); Vaden (1995) y Behrend (1996). Lo cual podría estar relacionado a la presentación de origen renal. Ya que como se observó anteriormente, la presentación de urolitiasis en machos fue de 79.17%, siendo esta una de las causas más comunes de la lesión renal aguda post renal (Cowgill y Elliott, 2002;Häfelin, 2008).
Con respecto a la raza, se encontró que afectó principalmente a animales de raza pura siendo estos Golden retriever 30.77% y Husky Siberiano 15.38%.Sin embargo, para esta patología no existe una predilección racial, cualquier canino puede verse afectado por diversos factores (Cowgill, 2004;Vaden, 1995). En el estudio realizado por Häfelin (2008), hubo una predominancia de esta patología en raza poodle y cocker spaniel, sin embargo, aclaran que esto puede deberse a una mayor presencia de estas razas en la casuística global del hospital. Chew, 2011). No se conoce la patogénesis de este diagnóstico, sin embargo, está asociado a estrés y al comportamiento que tienen los felinos a lo largo de su vida; siendo las principales, la baja ingesta de agua y el alto consumo de comida solida (concentrado), lo que originan una disminución de los niveles de glucosaminoglicanos, y como consecuencia una reducción del efecto protector del epitelio urinario, lo que ocasiona que la orina penetre y origine una inflamación en la vejiga urinaria (Baciero, 2011;Westropp, 2008;Houston & Elliott, 2010). En el caso de estos felinos, el 73.33% tienen una dieta basada en concentrado y solo el 26.67% de ellos, adicionalmente, se les proporciona comida húmeda razón por la cual, podría presentarse con mayor frecuencia esta enfermedad. Suárez, et al (2013), refieren que los felinos más susceptibles son aquellos con sobrepeso, poca actividad física, limitado acceso al exterior, alimentados con dieta seca y que conviven con más gatos. Sin embargo, Cely (2016), hace la observación, que no en todos los casos se aplican estos factores de riesgo y se deben de tener siempre en cuenta la anamnesis del paciente.
Con respecto a las infecciones urinarias, menos del 2% de los felinos con FLUTD, tienen como causa esta patología (Nelson & Couto, 2010). Normalmente, el tracto urinario del gato es un ambiente hostil para el crecimiento bacteriano y estas suelen presentarse cuando los animales pierden los mecanismos de defensa. Por lo general se dan, cuando hay una migración ascendente de las bacterias por la uretra a la vejiga (Bartges, 2004;Litster et al., 2009). Según Chew et al., (2011) entre un 0,1 a 1 % de los gatos presenta ITU durante su vida.
Con respecto al sexo, se presentó con mayor frecuencia en machos (66.67%) en comparación con hembras (33.33%). Estos datos son similares a los obtenidos en los estudios realizados por Urbina y Mosquera (2009), Astuty, Tjahajati y Nugroho (2020) en donde la mayor presentación de enfermedades del tracto urinario bajo corresponde a machos (61.1% y 69.9% respectivamente).Esta diferencia con respecto al género es significativa en el caso de FLUTD (Dorsch, et al 2014), ya que se debe especialmente a una diferencia anatómica en el largo de la uretra; siendo los machos los más afectados ya que esta, es bastante larga y presenta dos zonas de estrechamiento (Saevik et al, 2011)
Procedencia | Caninos n=111 | % | Felinos n=15 | % |
Capital | 61 | 54.95 | 9 | 60 |
Mixco | 23 | 20.72 | 2 | 13.33 |
San Miguel Petapa | 6 | 5.41 | 3 | 20 |
San José Pinula | 1 | 0.90 | 1 | 6.67 |
Villa Nueva | 15 | 13.51 | ||
Chinautla | 2 | 1.80 | ||
Santa Catarina Pinula | 1 | 0.90 | ||
Villa Canales | 1 | 0.90 | ||
Livingston, Izabal | 1 | 0.90 |
Raza | Machos n=65 | % | Hembras n=46 | % | Total n=111 | % |
French Poodle | 11 | 9.91 | 11 | 9.91 | 22 | 19.82 |
Sin raza definida | 13 | 11.71 | 8 | 7.21 | 21 | 18.92 |
Golden Retriever | 9 | 8.11 | 4 | 3.60 | 13 | 11.71 |
Schnauzer | 6 | 5.41 | 4 | 3.60 | 10 | 9.01 |
Cocker spaniel | 4 | 3.60 | 2 | 1.80 | 6 | 5.41 |
Labrador Retriever | 2 | 1.80 | 3 | 2.70 | 5 | 4.50 |
Husky | 3 | 2.70 | 1 | 0.90 | 4 | 3.60 |
Chihuahua | 2 | 1.80 | 2 | 1.80 | 4 | 3.60 |
Shih tzu | 2 | 1.80 | 2 | 1.80 | 4 | 3.60 |
Viejo Pastor ingles | 1 | 0.90 | 1 | 0.90 | 2 | 1.80 |
Akita | 1 | 0.90 | 1 | 0.90 | 2 | 1.80 |
Boxer | 2 | 1.80 | 0 | 0 | 2 | 1.80 |
Pitbull | 2 | 1.80 | 0 | 0 | 2 | 1.80 |
Pomerania | 1 | 0.90 | 1 | 0.90 | 2 | 1.80 |
Otras | 6 | 5.41 | 6 | 5.41 | 12 | 10.81 |
Rango etario | Macho | Macho | Hembra | Hembra % |
N | % | N | ||
0-12 meses | 1 | 0.9 | 2 | 1.80 |
1-2 años | 6 | 5.41 | 3 | 2.70 |
3-5 años | 11 | 9.91 | 10 | 9.01 |
6-8 años | 11 | 9.91 | 9 | 8.11 |
Mayor a 8 años | 36 | 32.43 | 22 | 19.82 |
N | Macho % | Hembra N | Hembra % | ||||||||||||
0-12 meses | 0 | 0 | 0 | 0 | |||||||||||
1-2 años | 4 | 26.67 | 0 | 0 | |||||||||||
3-5 años | 4 | 26.67 | 1 | 6.67 | |||||||||||
6-8 años | 2 | 13.33 | 4 | 26.67 | |||||||||||
Mayor a 8 años | 0 | 0 | 0 | 0 | |||||||||||
En los gatos, el diagnóstico etiológico también | frecuentes con las que se presentan las enfermedades | ||||||||||||||
fue clasificado según el rango etario, siendo los | del sistema urinario (tabla 6). Los demás rangos etarios | ||||||||||||||
pacientes entre 1-2 años y de 6-8 las edades más | obtuvieron bajas frecuencias. | ||||||||||||||
Tabla 4: Year 2021 | 0 -12 meses n=3 | % | 1 -2 años n=11 | % | 3 -5 años n=25 | % | 6 -8 años n=29 | % | > 8 años n=74 | % | Total n=142* | % | |||
Volume XXI Issue II Version I | Infección del tracto urinario (ITU) Urolitiasis Enfermedad renal crónica (Sin estadificar) Lesión renal aguda Cistitis Prostatitis Glomerulonefritis Hiperplasia prostática benigna Neoplasia vesical (carcinoma de células transitorias) Enfermedad renal grado II Obstrucción uretral | 1 1 | 0.70 0.70 | 3 2 2 1 1 2 | 2.11 1.41 1.41 0.70 0.70 1.41 | 8 6 2 2 3 1 1 1 | 5.63 4.23 1.41 1.41 2.11 0.70 0.70 0.70 | 7 5 6 3 3 3 1 | 4.93 3.52 4.23 2.11 2.11 2.11 0.70 | 16 11 10 7 6 3 4 5 4 4 1 | 11.27 7.75 7.04 4.93 4.23 2.11 2.82 3.52 2.82 2.82 0.70 | 35 24 21 13 12 8 6 6 5 4 2 | 24.65 14.79 9.15 8.45 5.63 4.23 4.23 3.52 2.82 1.41 16.90 | Volume XXI Issue II Version I 35 | |
( D D D D ) | Incontinencia urinaria por causa neurológica | 1 | 0.70 | 1 | 0.70 | ( D D D D ) G | |||||||||
Medical Research | Incontinencia urinaria idiopática enfermedad renal grado I Enfermedad renal grado III Quiste prostático Neoplasia prostática | 1 | 0.70 | 1 | 0.70 | 1 | 0.70 | 1 1 | 0.70 0.70 | 1 1 1 1 1 | 0.70 0.70 0.70 0.70 0.70 | Medical Research | |||
Global Journal of | Tabla 6: Frecuencia de enfermedad del sistema urinario en gatos por etiología y rango etario. 1 -2 años n= 6 % 3 -5 años n=6 % 6 -8 años n=7 % Total n=19* % Cistitis idiopática 4 21.05 4 21.05 4 21.05 12 63.15 | ||||||||||||||
Neoplasia | 1 | 5.26 | 1 | 5.26 | 2 | 10.52 | |||||||||
vesical | |||||||||||||||
Infección urinaria | 1 | 5.26 | 1 | 5.26 | 2 | 10.52 | |||||||||
Enfermedad renal | 1 | 5.26 | 1 | 5.26 | |||||||||||
Obstrucción uretral | 1 | 5.26 | 1 | 5.26 | |||||||||||
Urolitiasis | 1 | 5.26 | 1 | 5.26 | |||||||||||
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ambientales, de comportamiento y alimentación a los |
que son sometidos los felinos (Westropp, 2008; Suárez, |
Bertolani, Avellaneda, |
D D D D ) G |
( |
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