l síndrome metabólico (SM) se define como el conjunto de anormalidades metabólicas que comprenden: obesidad abdominal, colesterol HDL bajo, cifras elevadas de triglicéridos, glicemia y tensión arterial, que aumentan el riesgo de mortalidad por diabetes mellitus (DM) y enfermedad cardiovascular (ECV) en la población adulta en general, 1 siendo esta última la principal causa de muerte en todo el mundo, incluyendo México. Se estima que hasta el 80% de las personas que presentan síndrome metabólico mueren por complicaciones cardiovasculares. 2 Aunque existen múltiples criterios diagnósticos para el SM los más utilizados son los establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Tercer Panel para el tratamiento de adultos del Programa Nacional de Educación en Colesterol (ATP III/NCEP) y la Federación Internacional de Diabetes. 2 En este sentido, los criterios del ATP III son los más utilizados en los estudios epidemiológicos por su aplicación clínica y práctica, debido a que son más sensibles que los de la OMS, lo que permite anticiparnos en las acciones preventivas. Aunque los componentes del SM se consideran en conjunto, es muy probable que exista una interacción causal entre ellos, ya que mientras algunos de los componentes pueden ser la causa del SM, otros probablemente sean la consecuencia de los primeros. Aún más, es posible que exista una secuencia temporal en la aparición de los distintos componentes, según sea la relación causa/efecto, prueba de ello, es la secuencia: dieta, obesidad, resistencia a la insulina, diabetes, dislipidemia y, finalmente, ateroesclerosis. 3,4 Sin embargo, esta sucesión de eventos no es invariable, ya que depende de la predisposición genética y estilos de vida de los individuos. 5 Algunos estudios epidemiológicos han demostrado que el SM se presenta con mayor frecuencia en las personas adultas mayores, sugiriendo que los cambios metabólicos inherentes al envejecimiento podrían ser factores determinantes de la mayor prevalencia e incidencia de esta alteración durante la vejez. 6,7,8 La presencia de SM depende de numerosos factores como el exceso de peso, E Abstract-Introduction: The metabolic syndrome is a clinical, biochemical and anthropometric entity that precedes the possibility of intervening towards cardiometabolic risk. In an observational and cross-sectional study, the prevalence of metabolic syndrome in older adults was identified, as well as its association with health determinants, observing a greater association in women than in men due to the influence of socioeconomic conditions and lifestyles that influence health. the state of health. Objetive: To identify the association between biological and social factors, lifestyles and the presence of metabolic syndrome in a population of older adults in Mexico City. Material and methods: Descriptive, observational, crosssectional and prolective study, applying a questionnaire to 161 elderly people, exploring socioeconomic variables, BMI, ICC, fasting glycemia, cholesterol, triglycerides and T/A were measured, applying ATP III / NCPE criteria for MS. It was analyzed with t-test and ANOVA for continuous variables, categorical variables with X 2 considering p <0.05, multivariate analysis with logistic regression considering p> 0.20. Results: Of 161 older adults, of 37.2% (60) men and 62.7% (101) women, BMI men 25.7 ±3.4 and women 29.6± 4.8, glucose 105.8 ± 26.4 mg / dl men and 112.4 ± 52.1 mg / dl women (p < 0.05) obesity I men 40.0% and 18.3% women and II is 44.6% and 41.6% respectively (p <0.05), ICC men 66.6% and women 71.2% (p <0.05). Women low or medium socioeconomic level 80.2% against men 41.7% (p <.001), alcohol consumption "has always drunk" men 71.2% comparing women 19.8% (p <0.05), 93.3% men had economic income against 46.5% women (p <0.01) and men 61.7%, had medical attention most of the time women 43.6%. Male gender low socioeconomic level 3.7 times risk and alcohol consumption as always 2.7 risk of MS. Women without a partner 2.1 times more risk, low or medium socioeconomic level 3.4 times risk, carried out physical activity once 2.5 times more risk and had work part of the time 2 times more risk of metabolic syndrome (p <0.20). Conclusions: There is an association between socioeconomic determinants and the presence of a metabolic syndrome with a disadvantage in females. sedentarismo, tipo y calidad de la alimentación, con mayor frecuencia en los adultos mayores, debido a los cambios en la composición corporal, como disminución de la masa muscular y aumento de masa grasa, especialmente la intrabdominal 9 y en la menopausia por los cambios hormonales que llevan al incremento de tejido adiposo visceral, hiperglicemia y dislipidemia. 10 Se ha reportado que el envejecimiento es uno de los principales factores de riesgo para el SM, ya que la prevalencia se incrementa de un 6 a 10% entre los individuos de 20 a 29 años hasta alcanzar cifras superiores al 50% en los sujetos mayores de 60 años. Al respecto se ha observado que los mayores de 65 años tienen 5 veces mayor probabilidad de presentar SM en comparación con los jóvenes de 20 a 34 años de edad, sin embargo, algunos estudios epidemiológicos muestran diferencias significativas en la prevalencia del SM en la vejez acorde con la región, sugiriendo que el envejecimiento per se no es un determinante de SM, sino que existen factores socioculturales vinculados con dicha alteración. 11,12 Existen factores determinantes biológicos, genéticos y sociales que influyen en la presencia del síndrome metabólico como el ingreso económico, el estado civil, la escolaridad y el género entre otros, que están vinculados a la aparición de la enfermedad con una distribución desigual, desarrollándose durante la historia de vida en los grupos humanos. Así mismo, los componentes clínicos y bioquímicos del SM van aumentando conforme aumenta la edad y su distribución es desigual. 13,14,15 El propósito del presente estudio fue determinar la presencia de SM, basada en los criterios de la OMS y el Tercer Panel para el tratamiento de adultos del Programa Nacional de Educación en Colesterol (ATP III/NCEP) en un grupo de adultos de 60 y más años de la Delegación Gustavo A. Madero de la Ciudad de México y explorar algunas asociaciones con variables sociodemográficas. # II. # Material y Métodos a) Sujetos y diseño Se realizó un estudio observacional, transversal en una muestra de 161 ancianos (? 60 años); 101 mujeres y 60 hombres. Los sujetos eran residentes de la Delegación Gustavo A. Madero, de la Ciudad de México durante 5 años o más. Se distribuyeron folletos informativos en la comunidad especificando los objetivos del estudio y los criterios de admisión, como ser adultos mayores funcionales. Los sujetos aceptaron participar en el estudio dando su consentimiento informado. El Comité de Ética de la Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Zaragoza, aprobó el protocolo de investigación para este estudio. # b) Síndrome metabólico El SM se definió de acuerdo con los criterios establecidos en el tercer informe del Panel de expertos del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol sobre Detección, Evaluación y Tratamiento del Colesterol Alto en la Sangre en Adultos (Panel de Tratamiento de Adultos III). 16 # c) Medidas antropométricas Después de registrar la historia clínica y realizar la exploración física, se obtuvieron las siguientes medidas antropométricas: peso, talla, índice de masa corporal (IMC) y circunferencia de cintura. El peso se midió mientras el sujeto vestía ropa interior y una bata de hospital y estaba en ayunas (después de la evacuación). Se utilizó una escala Torino® (Tecno Lógica Mexicana, Ciudad de México, México), calibrada antes de cada medición. La altura se obtuvo con un estadiómetro de cursor de aluminio graduado en milímetros. El sujeto estaba descalzo con la espalda y la cabeza en contacto con el estadiómetro en el plano horizontal de Frankfurt. El IMC se calculó dividiendo el peso (kg) entre la altura al cuadrado (m 2 ). La circunferencia de la cintura (cm) se midió con una precisión de 0.5 cm con una cinta métrica al nivel de la cicatriz umbilical. 17 # d) Presión sanguínea La presión arterial se midió con un manómetro de mercurio en ambos brazos, tres veces por la mañana en ayunas o dos horas después del desayuno en posición sentada y de pie. Los sujetos con pseudohipertensión fueron identificados mediante la aplicación de la técnica de Osler, es decir, sintiendo el pulso radial cuando el manómetro registró valores por encima de la presión sistólica verdadera. La presión arterial fue tomada por técnicos médicos que habían asistido a sesiones de capacitación para estandarizar los procedimientos. Los técnicos fueron supervisados para evitar posibles sesgos en la medición. Se consideró presión arterial alta, según criterios de la Norma Oficial Mexicana (Norma Oficial Mexicana), si el sujeto había tenido diagnóstico previo y detección de presión arterial sistólica (PAS) ? 140 mmHg y / o presión arterial diastólica (PAD) ?90 mmHg. 18 # e) Biometría hemática y química sanguínea Los niveles de hemoglobina se midieron mediante el procedimiento de reacción de cianomehemoglobina (puntos de corte: hombres 12, 17-17.26 g/dl y mujeres 11.48-16.25 g/dl). Los niveles de hematocrito se evaluaron mediante el procedimiento de microhematocrito (puntos de corte: hombres 38-52% y mujeres 36-51%). Los recuentos de leucocitos se determinaron mediante el procedimiento de cámara de Newbauer (puntos de corte: 3500-10650/mm 3 ). Los niveles de glucosa, urea, creatinina, urato, albúmina, colesterol, triglicéridos y HDL-C se Year 2021 Global Journal of Medical Research Volume XXI Issue VI Version I ( D D D D ) F © 2021 Global Journals Metabolic Syndrome in Mexican Older Adults and its Association with Social Determinants and Lifestyles determinaron utilizando un autoanalizador Merck Vitalab Eclipse (Merck, Dieren, Países Bajos). En particular, los niveles de glucosa se midieron mediante el método de la glucosa oxidasa (puntos de corte: 63-120 mg/dl). El colesterol se analizó mediante la técnica CHOD-PAP (puntos de corte 168-200 mg/dl) y los triglicéridos se analizaron mediante la técnica GPO-Trinder (puntos de corte 89-150 mg/dl), mientras que el HDL-C se evaluó con la misma técnica utilizada para analizar el colesterol después de la precipitación de lipoproteínas de baja y muy baja densidad utilizando una solución de ácido fosfotúngstico/cloruro de magnesio (puntos de corte 42-77 mg/dl). Todos los reactivos utilizados en las pruebas bioquímicas se obtuvieron de Randox Laboratories Ltd. (Crumlin, Reino Unido). Los puntos de corte de los valores de referencia se determinaron en el Laboratorio de Investigaciones Clínicas Gerontológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Campus Zaragoza, Ciudad de México. 19 # f) Variables sociodemográficas y estilos de vida Se aplicó un cuestionario a los sujetos de estudio para evaluar las siguientes variables sociodemográficas: edad, sexo, estado civil, educación, ingresos e identidades de otras personas que conviven con el sujeto. Los sujetos se clasificaron en dos categorías de edad: 60-69 y ?70 años. Con respecto a la educación, se clasificaron en dos categorías según el número de años de escolaridad que habían recibido: baja <9 años, alta ?9 años. Determinamos el ingreso familiar promedio: menor (? US $ 500/mes), mayor (> US $ 500/mes). Frecuencia de trabajo remunerado: menos frecuente (<5 veces/semana), más frecuente (? 5 veces/semana). Aplicamos un cuestionario de estilo de vida validado previamente en la Unidad de Investigación Gerontológica Campus Zaragoza de la UNAM a todos los sujetos; se definió como ejercicio físico: practicar tres o más veces por semana durante más de 40 minutos por sesión, durante más de un año, y sedentario: practicar menos de tres veces por semana y/o menos de 40 minutos por sesión. El consumo de alcohol se clasificó como frecuente (?1 una vez por semana) e infrecuente (<1 vez por semana). # g) Análisis estadístico Los datos se procesaron utilizando el software estadístico SPSS 21 (SPSS, Inc., Chicago, Ill, EE. UU.). Las estadísticas descriptivas se presentan como medias ± desviación estándar (DE). Los resultados se analizaron mediante la prueba t de Student y la prueba ANOVA para comparar las medias de todas las variables continuas entre hombres y mujeres. Las variables categóricas también se analizaron según sexo y se estimaron frecuencias y porcentajes y se utilizó la prueba X 2 y una razón de probabilidades (OR) del análisis de regresión logística con un intervalo de confianza (IC) del 95%. Se consideró significativa una p <0.05. El análisis multivariado se estimó de manera estratificada por sexo con una regresión logística que inició con un modelo completo, integrado por todas las variables categóricas. El modelo se ajustó utilizando como criterios de eliminación de variables los valores p >0.20. # III. # Resultados La muestra fue formada por 161 adultos mayores de los cuales 37.2% (n=60) son hombres y 62.7% (n= 101) son mujeres, con una media de edad de 69.9 ± 6.9 años y 66.0 ± 6.9 años, respectivamente. Con respecto a los parámetros antropométricos y bioquímicos medidos en la población se observó un IMC promedio de 26.7± 4.4 en los hombres y 29.6± 4.8 en las mujeres (p<0.05). El promedio de glucosa para hombres se determinó en 105.8 ± 26.4 mg/dl y para mujeres en 112.4 ± 52.1 mg/dl (p<0.05). La circunferencia de la cintura en los hombres tuvo un promedio de 93.61±9.87cm y en las mujeres 101.71±10.65 cm (p<0.05) y el índice cintura cadera para hombres se presentó de 0.91±0.04 y para mujeres 0.89±0.06 (p<0.05). Es decir se observaron en las medidas anteriores diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres. En la Tabla I se muestran las características demográficas, clínicas y bioquímicas por grupo. # Tabla I: Características basales clínicas y bioquímicas por sexo # Valores medias desviación ± estándar (SE) T test p<0.05 Respecto a las características antropométricas, sociodemográficas y hábitos por sexo, se estimó una prevalencia para síndrome metabólico de 40.0% en hombres y 41.5% en mujeres, sin diferencia entre los grupos estudiados. La prevalencia de sobrepeso tipo I y II para los hombres es 40.0% y 18.3% y en las mujeres es 44.6% y 41.6% respectivamente (p<0.05), el Índice cinturacadera (según parámetros de la OMS) fue 66.6 % para hombres y 71.2% para mujeres, (p<0.05). En cuanto la presencia de escolaridad baja (0. 20 En la tabla IV se presenta el modelo para el grupo de mujeres, siendo el síndrome metabólico la variable de respuesta y las variables de efecto: edad, estado civil, escolaridad, cantidad de ingreso económico, frecuente ingesta de alcohol, actividad física y frecuencia de ingreso económico. El grupo de mujeres sin pareja tiene 4 veces (OR= 4.08) más riesgo de síndrome metabólico que las mujeres con pareja (p< 0.05). Las mujeres con ingreso económico bajo (0. 20. Odds ratio, intervalo de confianza 95%. # Tabla IV: IV. # Discusión En esta investigación utilizando los criterios de ATP 19 encontramos una prevalencia de SM para el total de la población estudiada de 40.0% en hombres y 41.5% en mujeres, valores inferiores a los encontrados por diversos autores en estudios realizados en población adulta mayor 20,21 y superior a los encontrados por otros autores, 22 si bien fueron realizados tomando distintas definiciones de SM. El estudio de Alemán y cols., realizado en México sugiere que la presencia de SM en los adultos mayores es relativamente alta, independientemente de los antecedentes genéticos, exposición ambiental y los criterios diagnósticos utilizados. 23 La prevalencia de obesidad central se observó de mayor grado en mujeres que en los hombres. La importancia de la obesidad visceral radica en constituir un componente que es detonante para el desarrollo de complicaciones cardiometabólicas, 24 evidencias recientes sugieren que dicha medición puede proporcionar una correlación más práctica entre la distribución de la grasa abdominal y la morbilidad y mortalidad en general; sin embargo, faltan más estudios en población adulta mayor que aporten más evidencias en este grupo de edad. 25 Los resultados encontrados en el estudio muestran que las diferencias de género también tienen un impacto en la salud, ya que existen en muchas sociedades desventajas para las mujeres debido a los factores socioculturales, una situación que se refleja en su falta de autonomía y de recursos propios 26 . Aunque son ellas las que solicitan este servicio en mayor proporción, debido principalmente a las necesidades derivadas de su papel biológico en la reproducción, cuidado de los hijos y mayor longevidad, como lo muestran algunos autores como Garriga. 27 El comportamiento está arraigado en los grupos sociales, influido por las diferencias socioeconómicas, de género y dependiente de los recursos disponibles, que en su naturaleza es primordialmente social. Si existen estas desventajas puede haber opciones restringidas por la limitación de sus recursos o por su información y no tener la misma oportunidad para adoptar estilos de vida más saludables. 28 En la actualidad el análisis de los problemas de salud con enfoque en los determinantes sociales de la salud (DSS) es un marco de referencia para la investigación en diferentes áreas de la salud pública y la epidemiología. Su propósito principal es dilucidar cómo las inequidades en la distribución de los bienes sociales se manifiestan generando diferencias injustas en el estado de salud de los grupos sociales como lo afirma Moreno. 29 Los DSS comprenden los comportamientos, estilos de vida, los ingresos, la posición social, la Metabolic Syndrome in Mexican Older Adults and its Association with Social Determinants and Lifestyles educación, el trabajo, las condiciones laborales, el acceso a servicios sanitarios adecuados y los entornos sobre la salud, todos ellos son importantes per se y están íntimamente relacionados entre sí, son acumulativos, causales y actúan en nivel individual, familiar y colectivo, y deben ser tomados en cuenta para reconocer que existe una desigualdad en salud por la disparidad social y carencia económica que existe en la sociedad, 30 de esto dependen las diferentes oportunidades y recursos relacionados con la salud que tienen las personas de distinta clase social, género, etnia o territorio, de tal forma que los grupos más desfavorecidos presentan peor salud que el resto, por lo tanto, el concepto de las desigualdades en la salud tiene también una dimensión moral y ética, 31 por lo tanto debemos considerar que el nivel de salud no depende sólo de los recursos sanitarios de que se disponen, sino también de los factores sociales que lo determinan, como la clase social a la que se pertenezca, el trabajo que se desempeñe, el entorno en el que se habite, o la variabilidad biológica. 32 Son escasos los estudios en donde se asocian factores sociales y síndrome metabólico, como el estudio de Alemán-Mateo y cols., en el que encontraron asociación significativa entre escolaridad, nivel socioeconómico, y actividad física con la presencia de síndrome metabólico. 25 Los resultados obtenidos en el presente estudio muestran que los determinantes sociales y estilos de vida influyen en la presencia de este padecimiento en la población de estudio de adultos mayores y estos determinantes estuvieron presentes en su historia de vida influyendo de manera importante. Como afirma la OMS 33 , estos se han mantenido como el elemento central de la ideología y vida cotidiana de la humanidad en algunas poblaciones. El epidemiólogo británico Marmot, 34 propone a los determinantes sociales y condiciones de vida como aquellos que se asocian a la salud de los individuos y comunidades. Los sistemas de salud y las comunidades científicas han explorado desde hace más de dos décadas los determinantes sociales en salud, puesto que la salud no solo depende de los servicios de salud ni las características biológicas humanas sino también a las condiciones sociales de las personas cómo viven y trabajan, llamados estilos o modos de vida, lo que impacta de manera positiva o negativa en su salud. 35 El envejecimiento poblacional puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo socioeconómico, pero también constituye un reto para la economía, pues se está en presencia de un nuevo actor en el sistema que genera nuevas necesidades, nuevas demandas de salud, incremento de las enfermedades crónicas no trasmisibles, nuevos servicios como los de rehabilitación y más gastos de salud al sistema. 36 Ev identemente es importante modificar los entornos para disminuir su impacto sobre la salud, por lo anterior, se requieren modificaciones sustanciales en las políticas de salud y en las estructuras sociales y económicas en todo el mundo. Como lo menciona Fernández, el síndrome metabólico se estudia con mediciones bioquímicas de triglicéridos, colesterol y glucosa; sin embargo, es importante tener en cuenta la complejidad de este síndrome, resultado de la interrelación de factores ambientales, culturales, sociales y económicos, y no conformarse con el establecimiento de un diagnóstico meramente bioquímico. 37 V. # Conclusiones La obesidad y el síndrome metabólico son entidades clínicas complejas y heterogéneas con un fuerte componente genético, cuya expresión está influida por factores ambientales, sociales, culturales y económicos. Están asociados a las enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus tipo 2 y enfermedades cardiovasculares prevalentes. Se observó en este estudio que existen determinantes sociales y estilos de vida asociados al síndrome metabólico con diferencias significativas por género. Los resultados demuestran que este padecimiento representa un grave problema de salud pública en nuestro entorno, que hay factores determinantes que marcan diferencias entre géneros con desventaja en las mujeres y que en estudios futuros deberán realizarse no solo en aspectos clínicos y terapéuticos, sino en aspectos socioeconómicos que influyen en forma determinante en su aparición. Sin embargo dado a que el SM en los adultos mayores tiene una complejidad diferente y asociaciones de riesgo distintas a los adultos más jóvenes, las estrategias de promoción y prevención deben enfocarse de una manera distinta, buscando siempre mejorar la calidad de vida de esta población que va en aumento. Agradecimiento. Los autores agradecemos el apoyo recibido para este estudio, de los proyectos PAPIT IN405319: Caracterización de factores protectores: creencias sobre la enfermedad y la vida, patrones de comportamiento y estados emocionales de adultos mayores de 65 años, con diabetes mellitus tipo 2 controlada y PAPIME 205721: Diagnóstico del proceso enseñanza-aprendizaje en los profesores de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, de las buenas prácticas alimentarias asociadas a la prevención de las Enfermedades No Transmisibles. 1. Alberti KG, Zimmet P, Shaw J. Estado civilCon pareja3558.33645.5710.115Sin pareja2541.76564.390EscolaridadBaja (<9 años)2643.37170.2970.050Alta (? 9 años)3456.63029.764Ingreso económico mensualBajo (